A mi hija Luna.

Gracias pequeña por hacer de ésta maravillosa historia, mi pieza de arte más preciada, no sé cómo comenzó a ciencia cierta, pero antes de conocerte ya te amaba, ya imaginaba la inmensidad de tus ojos y ya comenzaba a tramar tus alas con hilos de oro a la luz de la luna.

No sé a quién tenga que agradecerle tu llegada a mi vida, si a Dios, al destino o al milagro de la naturaleza, pero ciertamente, es a ti a quién debo decirle gracias por llegar a mi vida justo como te soñé en el momento más indicado en mi vida.

Juntas libramos mil batallas, juntas libraremos mil más, pero sin lugar a dudas, juntas disfrutaremos ése éxito, por luchar hombro con hombro e invencibles ante cualquier adversidad.

Pudiera enumerar mil recuerdos que tengo de ti, mil hazañas, mil travesuras, mil momentos, mil sonrisas, todas las alegrías y todas las veces que me has hecho sentir tan orgullosa de ti, y otras cuándo me has hecho rabiar y no termino de hacer un recuento, tengo todos mis recuerdos en listados por días, semanas, meses y años, en cada segundo, en cada hora, te recuerdo tan perfecta, a veces tan frágil, a veces tan dura, en otras tan sensible y mil más tan cálida como la primer mirada de tus inmensos ojos el día en que naciste.

Esos ojos tan bellos, tan expresivos, me decían ya que estabas destinada a mi, que juntas tendríamos que navegar en éste inmenso barco hacia el horizonte preciso. No soy la mejor madre del mundo, sólo soy e intento ser tu guía diaria, saco fuerzas de dónde a veces no las hay y en otras ocasiones de dónde mi inteligencia las alcanza para ti, solo en la marcha diaria es como se consigue perfeccionar la técnica adecuada, la palabra capaz de mover montañas y el trato amable o firme, pero lo intento gracias a tu generosidad y paciencia.

Sueles pensar demasiado en el futuro, y para tu camino hacia él, te fabrico una burbuja que te lleve hasta ahí, sin embargo la armadura de hierro que te protege y da seguridad puede romper el frágil conducto en el cuál te necesito transportar, por lo mismo, no puedo hacer más bien por ti y tu futuro que dejarte tomar las armas, las herramientas y las decisiones adecuadas que consideres justas y te arrojen con plenitud a alcanzar tus metas.

Muchas personas comentan que ser madre es lo más maravilloso del mundo, y en efecto, pero también es un compromiso y una obligación tremenda, no sólo es felicidad en la vida de una madre y un hijo, también hay que ser honestos y tener en cuenta que hay obstáculos muy raros en ésta senda que Dios nos dio.

Me levanto con mucha preocupación y con mucho afán de servicio cada que te enfermas hija mía, pero también me levanto por la madrugada a terminar mis pendientes o simplemente a acercarme a tu pechito y ver que respiras, darte un beso y decirte muy bajito que te amo,

Me despierto con la firme convicción cada mañana que debo tener entusiasmo y prepararte para mandarte al colegio, pero también sufro solo de pensar que en el camino o en tu estancia en el colegio puedas necesitarme y no esté ahí para cuidarte y defenderte, ( Por cierto hago muchos corajes ya que eres demasiado testaruda para arreglarte rápido).

Generalmente se nos pasan las tardes muy rápido, no sé si se deba a que la compañía de ambas es amena o porque simplemente hay mil cosas que hacer en casa, tu haces tarea a veces con tu padre, a veces conmigo, algunas veces sola y yo también me doy mi tiempo para trabajar desde casa o para mis hobbies, pero siempre al pendiente de ti.

No existe noche en la que no me regales una bendición, y en la que corras a tu cama para que te cobije, leamos alguna novela o platiquemos sobre algún tema o contemos alguna historia real o ficticia. Y así comience de nuevo éste bello ciclo de cerrar ojitos, abrir párpados y estirar los músculos para volver a comenzar al tiempo en que vemos la luz de un nuevo día.

Recuerdo que cuando eras bebe tenía que bajar por el elevador del hospital hasta donde estabas tu, y el tiempo y la distancia se me hacían eternas, el verte ahí con agujas en tus manitas y en tus pies es lo más terrible que he vivido, pero siempre confié en que eres lo suficiente fuerte para enfrentar cualquier obstáculo.

Guardo tu primer talla de pañal, tu primer cambio de ropa, tus primeros zapatitos y tus primeros dientes, uno de ellos te lo mandó a montar en un alma de oro tu abuela para colocarlo en una cadenita y puedas traerlo colgado en tu pecho, también guardo tu cordón umbilical, mismo del que hemos platicado tantas veces y te he hecho la observación que ya no somos una misma persona al menos no físicamente, ahora somos dos personas completamente independientes que luchan por ideales similares, así que espero que aprendas a valerte por ti misma y aprendas a elegir y decidir en sentido correcto a tus valores.

No he de durarte toda la vida, No he de heredarte bienes materiales, pero quiero que cuando sea vieja me trates con la misma dignidad con la que tratarás a cualquier persona adulta, sea o no tu madre. Y lo mismo te pido hacia tu padre. Hasta el día de hoy tu papá tanto yo, hemos fungido en el mismo papel de madre ambos, conjuntando esfuerzo, amor y lealtad hacia ti, él ha sido el pilar de sustento en casa, pero también ha sido no sólo la figura paterna que Dios eligió para ti, también ha sido víctima de tus caprichos y de tus berrinches que cualquier princesa le hace a papá, cada mañana cuándo se hace tarde y tiene que peinarte, lo hace con el mismo esmero que yo, te prepara el desayuno con el mismo amor que lo hago yo y te defiende por encima de él mismo cómo si fuera yo, así que hija mía éste día dale también a tu papá un fuerte abrazo porque en ésa alma masculina lleva toda la sensibilidad y ternura que sólo tu haz hecho posible nazca en él.


A tu llegada a nuestro hogar te quise poner el nombre más especial del universo y te llamé Luna, pero tu personalidad opacó ése astro, iluminas mi camino, con una sonrisa haces que me convierta en tu aliada, pero bueno, algunas veces abusas de ello. Y se vale manipular al mundo si tienes para ello una razón lógica y absolutamente verdadera, positiva y dirigida hacia un bien común.

Este día es mi celebración, y si, celebro enormemente la dicha no sólo de ser madre, sino de ser tu madre, de ser la culpable y la causante de tu estadía en éste mundo, pero como has de saber ésto no hubiera sido del todo posible si detrás de mi no hubiera existido una mujer maravillosa como tu abuelita Triny, y antes que ella, la mujer más adorable de éste planeta que es tu bisabuelita Luchita. Por lo tanto celebremos que éstas tres generaciónes han dado paso a una niña maravillosa como tu, y aunque no estemos lejos en kilometraje, lo estamos sentimentalmente, vivimos las tres para rodearte de amor y de consejos, jamás olvides el legado que ellas me dejaron a mi y mucho menos olvides que te amamos con toda nuestra alma, en los momentos más difíciles de tu vida, cuándo debas tomar una decisión, no la hagas imperdonable, piensa en nosotras, seremos tu guia en tu andar por la vida, ya sea físicamente o moralmente. Yo sé que siempre tendrás la mejor opción para salir de cualquier eventualidad con la frente en alto.

No quiero que tus triunfos los hagas míos, atribuyetelos a ti, que para éso habrás de esforzarte hasta conseguir cada mérito, pero tampoco me culpes de tus fallas, que para éso solo tendrás que cruzarte de brazos y hacer de tu existencia una razón inútil y un modelo frustrado de vida, que no creo que sea tu caso. Me has dado tantas muestras de madurez a tu corta edad, me has dado ejemplos honorables de cómo una niña tan pequeña puede encarar al mundo con convicción, coraje y determinación, y algunas otras me has dejado hacer mi voluntad a pesar de tus deseos, sin reclamar y sin juzgarme.

Por ésto y por muchos motivos más festejo mi día contigo, con la culpable de tal mote de honor, contigo mi princesa adorada, porque has sido no sólo la amiga que me escucha y que me da un abrazo, un consejo y un pañuelo para secar mis lágrimas, me has dado las suficientes razónes y motivos para creer que hay un futuro muy prometedor para ti, me haces sentir segura de mi capacidad como madre, ya que la transparencia de tu ser me dicta como serlo.

Celebremos como diario que hay mil cosas por aprender, que hay una nueva historia que se está gestando desde el fondo de la razón y que hemos muy pronto de edificar con trabajo, cansancio y honradez para tener una vida más normal y tranquila bajo aquel árbol que juntas sembraremos y que ha de hacer de nuestro hogar la sombra que me cobije cuando sea vieja y el que vea correr bajo la sombra de sus ramas al fruto de tu amor, si, a mis nietos, justo ahi, en el patio de nuestra casa.

Hasta que tu seas madre conocerás a plenitud lo que la autora de tus días hace por sacarte adelante, siempre he sido para ti y seguiré siendo la peor madre del mundo, ésa que no tuvo una hija porque necesitaba seguir jugando con muñequitas; te trajo al mundo para tener una muñequita con quién platicar, con quién dialogar, y con quién hacerse acompañar. Tampoco te traje al mundo tan solo para que no me ganara la edad y/o se me pasara el tren; te traje al mundo para que subieras a muchos trenes y viajes por el mundo entero. No te traje a éste mundo para no sentir soledad; te traje al mundo para disfrutar juntas el silencio de la nada y en él juntar las fuerza de nuestras gargantas e imprimirle risas al vacio; tampoco te traje al mundo porque quería experimentar la poca o mucha maternidad que una mujer posee por naturaleza; te traje al mundo para que juntas descubramos el maravilloso milagro de dar vida y ésa vida que tienes ahora te permita dar a luz a los hijos que tu desees.

Te traje al mundo por mil motivos, pero el fundamental es para que descubras que en éste mundo plagado de moda y modismos, de injusticia, de vicios, de maltrato, de discriminación, inseguridad, violencia, carencia de valores y honestidad lo transformes siendo una mujer ejemplar, valerosa y sirvas a tu país y ejerzas tus derechos como Ciudadana Mexicana, para que transformes leyes a favor de los necesitados y construyas puentes entre comunidades hermanas. No fuiste un mal conteo, no fuiste un mal paso, eres la llave que abrirá miles de puertas, algunas veces te sonreirán, otras te cerrarán las puertas en la nariz, pero jamás lograrán quitarte las ganas de seguir buscando la puerta indicada dónde se te emplee conforme a los derechos que te tocan por ley pues que para ello ya llevarás contigo los conocimientos que éstos años de estudiante han dado fruto para ganar tu propia dignidad económica y para seguir contribuyendo con tu país a que prospere en el sentido social, económico y cultural.

El mejor regalo que me puedes dar éste diez de Mayo, Día que se conmemora a la madre en varios países, es el respeto que como matriarca me he ganado porque lo merezco, porque sabes bien que pertenezco a un mundo sencillo, a orígenes humildes, y soy una mujer tradicional, pero lucho junto a tu padre día a día por nuestra superación personal y material, te he nutrido no sólo en el vientre, te he nutrido de espontaneidad, te he dejado tomar tus propias decisiones y de elegir tu destino, nunca te acobardes y sientas que no puedes lograr tus propósitos, jamás permitas que te llamen ´´inútil, rara, distina, indiscapacitada mental´´ o te marginen con la etiqueta ´´eres mujer´´ demuéstrale a éste mundo machista aún en pleno siglo XXI que tienes todas las armas para sobresalir como todo un ser ´´pensante y activo´´ regalate la oportunidad de equivocarte, pero sobre todo regalate la fuerza para sobreponerte a tus fracasos, eres mujer, eres bendecida por Dios y por todos los que te amamos, razón suficiente para dedicarte con esmero en lo que te propongas y llevarlo a cabo.

Gracias mujer divina por hacer posible éste viaje hacia la felicidad. Te amo con toda mi alma Lunita.

Tania Ordaz.